Zombies

Suelo escribir sobre mis experiencias amorosas.
Suelo hablar, a traves de las palabras, sobre lo que ocurre en mi diario vivir como un capítulo más en la serie inglesa "Sugar Rush" (de la cual hablaré más adelante porque realmente se lo merece).

Pero he dejado las intrigas amorosas, por los horrores de una vida que no deja de ser ficción.
Anoche, en una reunión "aérea" con una "espacial" amiga, he sentido el miedo que debería sentir aquella actriz desconocida, a la que le dieron el rol de la amiga del héroe... ese personaje que no muere porque es ella quien le entrega el humor o la sensualidad a la película, pero sin duda, es la actriz que más debe sufrir en todo el filme, porque es ella,la que tiene arrancar más veces de estas horribles criaturas catalogadas como "zombies".

Siempre he sufrido ese miedo escalofriante cuando veo películas de zombies. No hay nada que me asuste más que un ser humano totalmente desprovisto de alma e inteligencia. No hay nada que me asuste más que un ser desprovisto de todo lo que nos hace humanos, para convertirse en un verdadero muerto viviente que sólo ansía morir un poco más, cada vez que se alimenta de algún descuidado vivo.

Anoche sufrí la experiencia en vivo. Porque frente a nosotras se erguía con dificultad un ser de mirada oscura, gimiendo por la imposibilidad de emitir alguna palabra, arrastrando sus pesados pies apenas por encima del pavimento, torpe, de ropas rasgadas, sucio, y amenazante.
Sentí miedo al instante, pero a la vez me atraía extráñamente ese ser repugnante. Quería acercarme y ver con más detalle, su extraña apariencia, quería ver qué podía llegar a hacer si yo le pegaba, quería tirarlo por el barranco para que nadie sufriera su mordida, y me acordé de esos personajes, de películas de zombie, que no arrancan y se quedan mirando a estos seres con una estúpida mirada, y uno les grita (a la pantalla), pero no hacen nada... se quedan ahí.

Si no fuera por mi amiga, quizas me hubiera quedado ahí. Sin duda me salvó de las garras de aquel zombie real. Ese hombre que por drogas, alcohol, retraso mental, desorden sexual, depresión y estrés me seguía con paso lento pero seguro.
Fue mi primera experiencia con un zombie...y temo que no sea la última.