Monday, July 28, 2008

"La torpeza de mi ser"


¿Cuál es el destino amoroso que puede llegar a tener una chica torpe como yo?
¿Puede esa torpeza intrínseca intervenir drásticamente en mi vida?

Soy de las que derrama licores sobre amigas, soy de las que quiebran loza fina en casa ajena (léase "mansión de 5 pisos"), soy de las que quiebran el único cenicero de cristal en toda la casa (léase casa de clase "pequeño burgués"), soy de las que quiebra cuatro tazas a la vez por intentar ayudar con las tareas hogareñas, soy de las que toma un jarro de vidrio, se le cae, rebota y se le quiebra en la mano!, soy de las que corre por las escaleras del metro y cae de bruces pero sigue corriendo!, soy de las que se pone tan nerviosa con una niña linda, que al saludarla le piso el pié o le pego un "carazo" más o menos... en fin, soy de esas que la sociedad llama "manito de hacha", pero no basta con distinguir que la mano sea la causante de todos los problemas. Esa tontera me recorre el cuerpo entero, no por nada pego cabezazos, piso a la gente, la empujo, pego rodillazos... nuevamente... en fin... es una tontera que me fluye en la sangre y aparece de vez en cuando como un relámpago seguido, inevitablemente, de ese trueno metáfora de "cagada" grande o chica, "cagada" al fin y al cabo. No hay escapatoria.

Muchos creyentes de la orientalidad me ofrecen lugares de relajación, meditación, reiki, acupuntura, tai-chi, yoga e incluso una limpieza espiritual. Muchos creyentes en la occidentalidad me ofrecen spas, gimnasio, tele, cine, teatro, compras en mall e incluso guitarra clásica para el desarrollo de la motricidad fina.

La solución puede venir en diferentes tamaños, lo cierto es que he sido así toda mi vida. Puedo incluso decir, con propiedad, que soy así. Puedo decir con fundamento: mira... yo... yo... yo soy torpe, ¿entiendes?

Bueno, la cosa es que he entrado en un estado de reinvención personal debido a este "asunto" no menospreciable. Hoy intento poner más atención a lo que hago... hoy, digamos que partí literalmente hoy con esta "nueva" forma de ver mi vida.
He decido escuchar este estruendo que recorre mi cuerpo con el propósito de poder canalizarlo. Lo oriental me llama más la atención, aunque no descarto la guitarra clásica.

Todo depende de que este siempre en un estado de concentración por sobre mis actos... no se trata del control, sino de una constante observación.

Ahora, todo el proceso también dependerá si me llego a encontrar con algún amor que me permita dar riendas sueltas a la torpeza, pero mientras no llega prefiero el enfoque.
Después de todo la tontera es parte de mi espíritu chocarrero. Siempre estará ahí, hasta en la muerte.